sábado, 16 de abril de 2011

cinco de cinco

 

garzas con una sola pata guardando secretos tesoros habitaciones apagadas celulares muertos ego elevado al cuadrado ciegas miradas y cara de hastio cansancio en tu piel y en tus manos huesudas nerviudas yemas secas como el
tegumento de un anciano
viudas uñas recien cortadas aspirador de deseos vetustos como los libros cegados por el amarillo de un espacio olvidado los demas zapatos se encuentran habitando otros cuartos guantes de recelo en apagadas estancias
sucios por el limo
loza una simulada pesadumbre antigua cuando una mano cae desde el celeste este se torma diluvio una materia casi perfecta simulando bienestar encerrando harapos un sexo hirsuto levantado que sirve de poco escenario apenas para blandir un emblema antiguo un pesar de apoyo apoyao en el quisio de la mansebia un email que aguarda al que sin remedio replicare como cencerro de una atalaya pero cumplire como siempre con mi eco egocentrismo de dualidad unica explayada te quiero dijiste
cinco te quieros
cinco besos que parecen olvidados

3 comentarios:

  1. (luego leeré con detenimiento sus poemas, pero ahora quería dejar una respuesta a su comentario:

    gracias
    y ahora río
    porque me curaría pero mantener la llama encendida mientras arde sobre mi dedo... debe ser bueno? tal vez jja
    no me de tanta coba o soy yo quien me la tomo).

    ResponderEliminar
  2. Hay otros remedios: como no contestar a los correos no deseados o marcar, a través de opciones, los remitentes seguros y los bloqueados.
    saludos

    ResponderEliminar
  3. el ego, la muerte del ego, no es posible si te dicen cinco veces te quiero.
    El toque andalu, te ha quedado muy bien.
    beso

    ResponderEliminar